Conectarse
Últimos temas
Tu primer tema
Página 1 de 1.
Tu primer tema
Vivamos, mi Lesbia, y amemos,
y los rumores de los viejos más severos
todos en un as estimemos.
Los soles morir y volver pueden:
a nosotros, cuando una vez se nos muere nuestra breve luz,
noche hay perpetua, una, para dormirla.
Dame besos mil, después ciento,
después mil otros, después un segundo ciento,
después sin cesar otros mil, después ciento,
después, cuando miles muchos hiciéramos,
los conturbaremos, para que no sepamos,
o para que ningún malvado envidiarlos pueda
cuando tantos sepa que son, de besos.
y los rumores de los viejos más severos
todos en un as estimemos.
Los soles morir y volver pueden:
a nosotros, cuando una vez se nos muere nuestra breve luz,
noche hay perpetua, una, para dormirla.
Dame besos mil, después ciento,
después mil otros, después un segundo ciento,
después sin cesar otros mil, después ciento,
después, cuando miles muchos hiciéramos,
los conturbaremos, para que no sepamos,
o para que ningún malvado envidiarlos pueda
cuando tantos sepa que son, de besos.
Re: Tu primer tema
Pobre Catulo, que dejes de hacer lo indebido,
y lo que ves pasado perdido lo digas.
Fulgieron un día cándidos para ti los soles,
cuando acudías adonde tu niña decía,
amada para nos cuanto amada será ninguna.
Allí, cuando aquellas muchas cosas divertidas se hacían,
que tú querías, y tu chica de querer no dejaba,
fulgieron verdaderamente cándidos para ti los soles.
Ahora ya ella no quiere: tú también, impotente, no quiere,
ni lo que huye sigue, ni triste vive,
sino con obstinada mente soporta, resite.
Salud, niña; ya Catulo resiste,
y no te requerirá ni rogará, involuntaria.
Mas tú te dolerás cuando ninguna seas rogada.
Impía, ay de ti, qué vida a ti te espera,
quién ahora a ti se acercará, a quién parecerás bonita,
a quién ahora amarás, de quién que eres se dirá,
a quién besarás, a quién los labios morderás.
Mas tú, Catulo, decidido, resiste.
y lo que ves pasado perdido lo digas.
Fulgieron un día cándidos para ti los soles,
cuando acudías adonde tu niña decía,
amada para nos cuanto amada será ninguna.
Allí, cuando aquellas muchas cosas divertidas se hacían,
que tú querías, y tu chica de querer no dejaba,
fulgieron verdaderamente cándidos para ti los soles.
Ahora ya ella no quiere: tú también, impotente, no quiere,
ni lo que huye sigue, ni triste vive,
sino con obstinada mente soporta, resite.
Salud, niña; ya Catulo resiste,
y no te requerirá ni rogará, involuntaria.
Mas tú te dolerás cuando ninguna seas rogada.
Impía, ay de ti, qué vida a ti te espera,
quién ahora a ti se acercará, a quién parecerás bonita,
a quién ahora amarás, de quién que eres se dirá,
a quién besarás, a quién los labios morderás.
Mas tú, Catulo, decidido, resiste.
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Dom Ago 31, 2014 6:48 am por Admin
» Tablilla para el foro
Lun Feb 24, 2014 3:44 am por Admin
» Tu primer tema
Lun Feb 24, 2014 2:47 am por Admin